martes, 18 de marzo de 2008

oficinas I

De ese libro grueso
con olor a rancio
todos tenemos
que aprender

Es así:
te hacen agachar la cabeza sobre un escritorio
apoyan sus manos en tu nuca
y te hunden en el libro
amarillo con tapas de
expediente

Y vos te ahogás
entre el olor a papel impreso
y firmas de ministros,
de subsecretarias, coordinadores,
vices, y secretarias
que firman por ausencia de
sus jefes

Mientras
en
la mesa larga
toman café

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy benedetti, en sus tiempos de empleado de la burocracia.

paso y saludo

viajera

O.P. dijo...

fueron 4 añitos ahí adentro, pero me quedaron grabados...