De ese libro grueso
con olor a rancio
todos tenemos
que aprender
Es así:
te hacen agachar la cabeza sobre un escritorio
apoyan sus manos en tu nuca
y te hunden en el libro
amarillo con tapas de
expediente
Y vos te ahogás
entre el olor a papel impreso
y firmas de ministros,
de subsecretarias, coordinadores,
vices, y secretarias
que firman por ausencia de
sus jefes
Mientras
en
la mesa larga
toman café
2 comentarios:
muy benedetti, en sus tiempos de empleado de la burocracia.
paso y saludo
viajera
fueron 4 añitos ahí adentro, pero me quedaron grabados...
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