viernes, 25 de abril de 2008

Vincent Van Gogh

“Y el hombre abstraído tiene también su presencia de espíritu por momentos, como por compensación. Es a veces un personaje que tiene su razón de ser por tal o cual motivo que no se ve siempre en el primer momento, o que se olvida por abstracción a menudo involuntariamente.
Alguien que ha rodado largamente, como sacudido sobre un mar tempestuoso, llega al fin a su destino; alguien que parecía inútil e incapaz de desempeñar ningún cargo, ninguna función, termina por encontrar una, y activo y capaz de acción se muestra muy diferente a lo que había parecido al principio.
Te escribo un poco al azar lo que me viene a la pluma, me sentiría muy contento si de alguna manera tú pudieras ver en mí algo más que un haragán.
¿Acaso hay haraganes y haraganes que hacen contraste? Está aquel que es haragán por pereza y dejadez de carácter, por la bajeza de su naturaleza: tú puedes, si lo juzgas bien, tomarme por uno de éstos.
Después está el otro haragán, el haragán a pesar suyo, que vive roído interiormente por un gran deseo de acción, que no hace nada porque vive en la imposibilidad de hacerlo, puesto que está como preso en alguna cosa, porque no tiene lo que necesitaría para ser productivo, porque la fatalidad de las circunstancias lo reduce a ese punto; un haragán así no sabe siempre él mismo lo que podría hacer, pero lo siente por instinto; por tanto, sirvo para algo, siento en mí una razón de ser; sé que podría ser un hombre por completo diferente.
¿En qué podría ser útil?, ¿en qué servir?, ¿hay algo dentro de mí?, ¿qué es, entonces?
Éste es un haragán muy diferente; tú puedes, si lo juzgas bien, tomarme por uno de éstos.
Un pájaro en la jaula, en la primavera, sabe muy bien que hay algo para lo cual serviría, siente fuertemente que hay algo que hacer, pero no lo puede hacer.
¿Qué es? No lo recuerda bien, después tiene ideas vagas y se dice: “Los otros hacen sus nidos y tienen sus hijos y crían la nidada”; después se golpea el cráneo contra los barrotes de la jaula. La jaula sigue allí y el pájaro vive loco de dolor.
“Mira qué haragán”, dice un pájaro que pasa, “una especie de rentista”. Sin embargo, el prisionero vive y no muere, nada se muestra exteriormente de lo que ocurre interiormente, se lleva bien, está más o menos alegre al rayo del sol. Pero viene la temporada de la migración. Acceso de melancolía. “Pero” dicen los niños que lo cuidan en su jaula, “tiene todo lo que le hace falta”. Pero él mira afuera el cielo henchido, cargado de tempestad y siente rebelión contra la fatalidad dentro de sí. “Estoy preso, estoy preso y no me falta nada, imbéciles. Tengo todo lo que hace falta. ¡Ah, la libertad! ¡Ser un pájaro como los otros pájaros!...”

Van Gogh "Cartas a Theo" Fragmento

sábado, 5 de abril de 2008

cesar vallejo- trilce

IX
Vusco volvvver de golpe el golpe.Sus dos hojas anchas, su válvulaque se abre en suculenta recepciónde multiplicando a multiplicador,su condición excelente para el placer,todo avía verdad. Busco volvver de golpe el golpe.A su halago, enveto bolivarianas fragosidadesa treintidós cables y sus múltiples,se arrequintan pelo por pelosoberanos belfos, los dos tomos de la Obra,y no vivo entonces ausencia, ni al tacto. Fallo bolver de golpe el golpe.No ensillaremos jamás el toroso Vaveode egoísmo y de aquel ludir mortalde sábana,desque la mujer esta ¡cuánto pesa de general! Y hembra es el alma de la ausente.Y hembra es el alma mía.

jueves, 3 de abril de 2008

bicicleta trasnochada

untate la cara
con agua y piedra
y salí
en tu bicicleta
más viajera
y trasnochada

verás a las
estrellas
que todavía
sonríen
a los que
estamos aquí
abajo,
vibrando
entre las
grietas
del asfalto

el ahora eterno

en el ahora eterno
eterno ahora
Pulverizando
esqueletos
de verdades
Sudando
a través
del ojo
de la noche
Mil almas
ya se agolpan
en el cuerpo
y se anudan
en el núcleo
del fondo
más profundo

ya llegará
el momento
en que
una boca
se abra
y largue sal
como tormenta,
haciendo invisible
el universo,
disolviendo ranchos,
puentes y palacios
Arrancando hasta
las uñas de la tierra

y tiritará
lo que quede
del mundo
Su cáscara
o
su desnudo centro

pero esto
será más adelante
Mientras, el ahora eterno...

vuelo

vuelo
en la ceniza
y en la entraña,
que van
desnudas
y libres
de tener que ser

por eso

terror al desprecio,
a contagiarse
de la fealdad
y la pobreza

por eso se construyen
tantos
castillitos confortables

de hambre no

cazaré gatos en los techos
chimanguearé a los perros muertos en la calle
saborearé escabeche de rata
cocinaré guisos y pucheros de papel en ollas gigantes
haré banquetes con vómito ajeno
chuparé sal
tragaré arcilla

me comeré el mar
entero
con sus peces y moluscos
y demás especies

pero yo de hambre no me voy a morir

misterio

un misterio
lo que han hecho tus ojos
conmigo
Quedé atrapada,
embarrada,
sin un gramo de razón

qué explicación
tiene
la forma
en que me
envolvés
con tu voz,
tus rodillas hambrientas,
tu nececidad de amor

ventarrón

ventarrón
que corrés por las salinas
cargame de sal los ojos

así puedo llorar
de una vez,
viento macho
Necesito sal

pena

Pena honda,
pena mía
Pena
que cabe en este cuenco,
no te adormiles
en mis manos
Te guardo
conmigo,
y te contemplo
en silencio

Hay
un nudo
en el adentro
Es una pena de amor

espejo

espejo del vientre abierto
mostrás el dolor
más espinoso

espejo del dolor viejo
secás la boca,
la pobre boca

espejo del alma adentro,
reflejo del nudo,
del alma que vibra,
del dolor con su dolor

(espejo: los ojos)

martes, 1 de abril de 2008

clavatinta

clava tinta
traga agujerea
clava. Destroza como puñal
saca tripas tinta
mata cuadernos
pica
arde
por dentro, por fuera
de adentro pa afuera
saca piel. Agujerea
y más. Y más
Abre ojos. Saca agua
pura piel de lloriqueo
desnuda
mata
seca
desnudamataseca
llor i que o
hasta el fín

alpiste: perdiste

alpiste: perdiste
me dijeron todos
una vez sentados
Se reían. Y se preparaban para comer
Frotaban sus manos
poniendo cara de
qué lindo es comer
Y se olvidaron
completamente de mí
Ya no existí más para nadie

No sabía
que si llegabas
5 minutos tarde
te quedabas
sin lugar,
ni comida,
ni existencia