me ahogo en este frío,
en esta noche invitadora.
El viento se asoma por la ventana,
y una estrella se acuerda de mí,
allá lejos.
Pasa el río del pensamiento
delante mío. Se desborda a veces.
Y sigue su curso.
Las lágrimas no se asoman. Están nadando
en el gran río interno
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