Andaba por el basurero buscando cosas para mi nueva casita, cuando apareció
y me dijo:
-- tenés que encontrar el camino.
-- cómo?-- dije, después de quedarme un rato sin entender nada.
-- eso que oíste. Tenés que buscar y encontrar el camino. De una vez por todas.
-- por qué?-- le pregunté.-- para que?
-- porque es así. Te has apartado de la búsqueda del camino.
No sabía qué decirle.
-- pero desde cuándo eso? Eso de buscar el camino...
-- desde siempre-- me dijo.
Me quedé ahí, respirando un rato.
-- y te has olvidado de agradecer. Agradecer todos los días.
Entendí menos.
--por? Por qué agradecer?
-- por tu existencia, por la vida, por todo. Todo lo que te ha sido dado.
Me tragaba un pedazo de garganta después de oír eso.
-- hay que agradecer? tengo que agradecer?.
Con un movimiento de cabeza me dio a entender que sí. Con qué seriedad me lo decía...
--eh. emmm. hay que agradecer? en serio? --(me salió un por qué pero con un movimiento de los labios, nada más)--es decir.. ehh. Bueno, no sé.
Después de estar frente a mí un rato, mientras mis ojos se posaban en el suelo, se fue.
Me quedé ahí un rato, respirando, sin entender.
Tiré todas cosas que había juntado y empecé a caminar a casa.
Bah-- pensé en voz alta-- hay que agradecer? Encima de todo hay que agradecer? Yo pensaba que era un chiste, o un delirio antiguo. Agradecer... Mirá vos. La verdad, no entiendo nada...
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